@anatildearepabar

En la dinámica movida gastronómica de Manizales, Anatilde se ha consolidado como un espacio que rinde homenaje a uno de los símbolos más representativos de la cultura colombiana: la arepa. Fundada en 2016 por Daniela Grisales y Eduardo Aricapa, esta propuesta nació del deseo de resignificar este amasijo y llevarlo a otro nivel, inspirados por la tradición familiar y un amor profundo por la gastronomía. Daniela recuerda que su pasión surgió mientras estudiaba, soñando con crear un lugar donde la arepa fuese la protagonista de experiencias únicas, inspirado también en Anatilde Grisales, su abuela, cuyo legado y recetas familiares han sido pilares fundamentales en la identidad del gastro bar.

La evolución de Anatilde no solo radica en sus innovaciones culinarias, sino también en su concepto arquitectónico. Diseñado como un arepa-bar, el espacio combina elementos vintage y rockeros, con detalles ochenteros y noventeros que evocan la esencia de sus fundadores. Este ambiente se complementa con abundante vegetación, generando una conexión especial para quienes lo visitan. Con el tiempo, Anatilde ha sabido adaptarse, transformando su disposición para acoger tanto a familias como a grupos de amigos, manteniendo siempre un enfoque en la tradición y la autenticidad.

En cuanto a su oferta gastronómica, Anatilde se distingue por técnicas de alta cocina como la cocción al vacío, garantizando proteínas tiernas y jugosas. Las arepas rellenas son su especialidad, pero la creatividad de su equipo también ha dado lugar a opciones como los nachos de arepa, combinados con proteínas, guarniciones y salsas artesanales. Además, cuentan con ingredientes emblemáticos del Eje Cafetero, como el chorizo artesanal de Santa Rosa de Cabal, resaltando los sabores de la región.

El menú se complementa con una propuesta de maridaje cuidadosamente diseñada. En Anatilde no falta el café de especialidad, proveniente de caficultores locales, así como una oferta de cervezas artesanales, sodas caseras y coctelería de autor. Esta combinación ha convertido al restaurante en un destino ideal no solo para disfrutar de la gastronomía, sino también para compartir momentos especiales en un ambiente único.

La recepción de los clientes ha sido extraordinaria, poco a poco Anatilde se ha posicionado como un referente para locales y visitantes. Daniela y Eduardo destacan la conexión cultural que han logrado con su propuesta, atrayendo a clientes de todo el país e incluso del extranjero, quienes valoran la autenticidad de su enfoque y la calidad de sus ingredientes.

Para 2025, los retos son claros: seguir creciendo como marca, consolidar la tradición de la arepa en nuevas presentaciones y mantener el compromiso con la sostenibilidad y la innovación. Anatilde no solo busca ser un restaurante, sino un espacio donde la tradición y la creatividad se encuentren, demostrando que la arepa, más que un alimento, es un símbolo de identidad cultural.